– Claro que sí, ya lo he hecho.
– ¿Por qué te lo dijo?
– Porque es un cabrón.
– Cómo ha podido…?
– ¿Por qué te lo dijo?
– Porque es un cabrón.
– Cómo ha podido…?
– Él quería que pasara esto.
– ¿Por qué ponerme aprueba?
– Porque soy un idiota.
– Si, te habría querido para siempre. Ahora vete por favor.
– No me hagas esto. Háblame.
– Te estoy hablando, vete a la mierda.
– No, perdona, no me has entendido. Yo no quería…
– Claro que sí.
– ¡¡Te quiero!!
– ¿Dónde?
– ¿Qué?
– ¡Enséñamelo! ¿Dónde está ese amor? No lo siento, ni lo toco, no lo noto. Lo oigo, oigo palabras pero no me sirven de nada tus palabras vacías. Digas lo que digas ya es tarde.
– Por favor, no me hagas esto.
– Ya esta echo.
– Porque soy un idiota.
– Si, te habría querido para siempre. Ahora vete por favor.
– No me hagas esto. Háblame.
– Te estoy hablando, vete a la mierda.
– No, perdona, no me has entendido. Yo no quería…
– Claro que sí.
– ¡¡Te quiero!!
– ¿Dónde?
– ¿Qué?
– ¡Enséñamelo! ¿Dónde está ese amor? No lo siento, ni lo toco, no lo noto. Lo oigo, oigo palabras pero no me sirven de nada tus palabras vacías. Digas lo que digas ya es tarde.
– Por favor, no me hagas esto.
– Ya esta echo.
Closer.